Expresa tu gratitud y benefíciate
Gracias, esa palabra mágica que tanto inculcamos a los niños, es un hábito que nos acompaña hasta adulto y que, sin saberlo, nos genera muchos beneficios físicos y mentales. En esta nota te contamos cómo aprovechar esto.
La práctica de expresar gratitud en las actividades diarias permite crear y fortalecer las relaciones interpersonales a nivel familiar. Es importante que dentro de la familia se reconozca el aporte de cada miembro.
A nivel de las relaciones de pareja, la gratitud debe convertirse en un hábito, incluso para una mejor resolución de conflictos. Por ejemplo, se puede agradecer a la pareja por dejarnos saber sobre su malestar o incomodidad, antes de discutir el tema; con lo cual, se calma los ánimos y se evita empeorar la situación.
En el campo laboral, las personas quieren que antes de ser criticadas por las cosas que no pudieron hacer, desean que se elogien sus logros y se exalte el trabajo que hicieron bien. Es un gran aliciente saber que reconocemos el trabajo y apoyo de otros con un “gracias”, para que esta actitud sea recíproca.
Agradecer a uno mismo es también otra buena práctica de auto confianza e, incluso, una forma óptima de superar la frustración y culpabilidad, que a menudo nos atormenta y nos genera estrés.
Cuando reconoces tus bendiciones y logros en la vida, aprendes a valorar lo que tienes, a las personas que te rodean y te convences de que la vida es realmente buena y que eres digno de disfrutarla. Eso es autoestima y con ella puedes ofrecer lo mejor de ti al mundo. Aprende más al respecto en este artículo.
Recuerda que una persona agradecida aleja los pensamientos y sentimientos negativos de su vida, porque decide ver lo mejor de las personas y sienten que pueden aprender de ellos.
Es hora de empezar a decir gracias, al final no perdemos nada con ello.
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